Jordi de Llissà, es un payes campechano gordito de pasada la media edad, de buena pasta, sencillo, abierto, a veces simplón, pero no falto de capacidad para ver lo fuera de contexto, de muchas cosas “normales” que hacemos y pasan cada día.

No ve la malicia en los demás: La gente es buena. A veces se le ríen, pero él sabe reír también con ellos. Actúa y se explica con candidez, aunque no le falta cierta ironía, y es porque se fija en los detalles y en las situaciones raras.

Tiene curiosidad por todo y lo quiere probar todo, puesto que antes no ha podido, sea por la época, sea por que se ha hecho un hartón de trabajar la tierra.

Su compañera Mari, también medio payesa y también de buen carácter, se aviene a todo con entusiasmo, lo secunda en todo: Si a él le gusta, a ella también. Pero son muchas las veces, en que es ella la que incita a meterse en líos.

Los dos tienen el espíritu joven, también tienen unos buenos kilos de más, se animan enseguida a entrar en todo, pero los años y los kilos, están...