JORDI DE LLISSA

Els Castelleres

Castellers

No diríais nunca por qué afición nos ha dado ahora a Mari y a mí:
¡Por la de “Castellers”!
¿A que es divertido? Además... es de minorías...

Este es un deporte – folclore de Cataluña - en que los castellers suben unos encima de otros haciendo un castillo humano. Se llega a los 9 pisos y en los niveles suelen haber de uno a 5 o más.

Hemos ido a apuntarnos al pueblo en que hay una especie de agrupación local. No nos animaron mucho, pero nos dijeron que de momento practicásemos, y si acaso ya nos llamarían. Que tomaban buena nota y que estaban muy interesados.

No nos gustó mucho la manera como se quedaron mirándonos de arriba a bajo durante veinte minutos, pero ya se sabe que en los pueblos, somos todos un poco recelosos y enseguida pensa-mos que nos van a quitar el puesto.
El caso es que ya estamos practicando.

Ahora está la cuestión, de que Mari quiere ser el “anxeneta,” que es el que sube el último a la cima, pero creo, que yo tengo mas condiciones que ella.

El otro día, después de haber comido, cuando por fin nos pudimos levantar de la mesa, probamos de hacer el “uno sobre uno”
Nos pusimos meticulosamente las fajas, lo cual ya es cosa fatigosa después de comer.
Las fajas son para dar rigidez al cuerpo, pero a nosotros nos van bien para disimular barriga.

Hacia las 6 y cuarto de la tarde, Mari conseguía llegar a la espalda y entonces hubo un poco de problema al no disponer de ayuda en la base, la cual hacen los que con el brazo extendido fijan y consolidan el primer piso, y tembló todo un poco, y fue Mari estando ya casi en la altura, la que se pegó el batacazo...

Ahora estamos perfeccionando la manera, y es que desde el olivo que tenemos en el terreno, con una polea y una cuerda que Mari se ata debajo los brazos, yo la subo a la altura correspon-diente, ato la cuerda, y enseguida me pongo debajo, con lo que efecto casi es el mismo.

Aun no hemos conseguido montarlo sin cuerda, pero Mari, eso sí, tiene mucha voluntad y se pasa muchas horas practicando desde el suelo, con los pies descalzos (pues así se hace) levantar el brazo estando agachada, que es lo que hemos visto que hay que hacer una vez arriba.

Ese levantar de brazo tiene su dificultad, ya que la mano izquierda está a ran de pies agarrándose al de abajo y la derecha es la que se levanta en señal de culminación del castillo. Es solo un instante, pero tiene mucha importancia, pues es aquí donde todos aplauden.

De momento no pensamos en la desmontada, pero tal como van las cosas, creo que la mayoría de las veces será rápida.

Bien, ya os iremos informando de los progresos.

Me voy, que Mari está gritando. Otra vez debe de haber quedado agarrotada.

¡Ya vaaaaaa....! ¡ya vaaaaa...!

Jordi
Jordi de Llissa